00:19 h. miércoles, 22 de mayo de 2024

El Sor río salmonero de ciencia ficción

El pasado día 8 de enero del año en curso me llamó poderosamente la atención un artículo de Senén Paz publicado en la sección de deportes de La Voz de Galicia, en el cual, con argumentos serios, bien documentados e incontestables, con los que estoy totalmente de acuerdo, se alertaba no solo del inexplicable despilfarro, si no de las imprevisibles consecuencias de la repoblación efectuada en el río Sor con alevines de salmón, para, a continuación, declararlo salmonero, (ojo, solo en el acotado de Ribeiras), por la Orden de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, publicada en el DOG nº 248 de 30 de diciembre de 2013.

Me pregunto si el Sr. Conselleiro, como máximo responsable, será conocedor de, en que iluminado razonamiento científico o experimental, se basaron los asesores o técnicos de su Consellería para llegar a tal asombrosa conclusión.

A ese respecto cabe hacer constar lo siguiente: en el mes de marzo de 1992, concretamente el día 8, (previa presentación de un plan de viabilidad y con autorización de la Jefatura de Medio Ambiente de La Coruña), se efectuó, por parte de la Sociedad de Pescadores Eume-Ombre, una siembra o repoblación, en distintos puntos del lecho del río Eume, con 75.000 huevas embrionadas de salmón salvaje procedentes de Escocia. La teoría era que, al nacer (eclosionar las huevas) los peces en dicho río, tras emigrar al mar y una vez adultos, volverían a desovar al lugar donde nacieron.

La misma operación se realizo otros tres años más, implantando un total de 300.000 huevas, con una supervivencia de jaramugos (minúsculos pececillos), del 90%, (el costo del proyecto fue sufragado por ENDESA).

A pesar de que al segundo año se detecto la presencia de alevines de salmón, mediante electro-pesca practicada por personal de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, a nadie se le paso por la imaginación la absurda idea de declarar el Eume “río salmonero” y con razón, pues a día de hoy no cabe sino calificar aquella esperanzadora e ilusionante iniciativa como de quimera o fracaso, dado que hasta el momento actual no se ha podido constatar oficial o extraoficialmente, que se sepa, la captura de ningún salmón procedente de las repoblaciones que se efectuaron en el río.

Dicha desafortunada experiencia, lejos de servir de ejemplo se vuelve a repetir en el río Sor, aunque con alevines de otro río gallego, pero eso sí con fondos a cargo del contribuyente y nulas probabilidades de éxito y, ¡para colmo de los colmos!, al declarar una zona acotada salmonera, automáticamente se aplican restricciones en cebos y artes de pesca, con lo cual, sin motivo ni razón, una vez mas se nos perjudica injusta e inexplicablemente a los sufridos pescadores.

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