Aunque este año haya sido una temporada excelente en lo que a la pesca del salmón se refiere en la cuenca del río Ulla, no está ocurriendo lo mismo con la temporada de reo, con un descenso alarmante en el número de ejemplares precintados y supongo que también presentes en río. Esto debería ser objeto de estudio y preocupación por parte de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza.
Ahondando mas en el tema, también debería ser preocupación de la dirección xeral el incremento de bañistas en estas zonas en las que por cierto está prohibido bañarse. Los bañistas, a diferencia de los pescadores, no pagan ni un céntimo por refrescarse por eso tendríamos que delimitar las zonas de baño de las zonas de pesca de una vez por todas.
No es menos preocupante a los ojos de los pescadores el lamentable estado general de los cotos. Por ejemplo: Couso sin luz desde que a un desalmado se le ocurrió cortar los cables y, si se acerca uno a Ximonde, pueden verse numerosos árboles caídos en el cauce dificultando lances y posturas muy importantes para el pescador.
Creo, honestamente, que con el incremento del precio de los permisos no nos merecemos esta desidia, máxime cuando por estos cotos desfilan pescadores de todo el territorio nacional e incluso del extranjero.
En los países europeos con tradición de pesca turístico-deportiva es frecuente ver a los cuidadores de los cotos cortar esa rama que impide tener un buen lance de salmón.
Desearía que estas líneas despertasen el interés necesario y se acometan por parte de quien corresponda las mejoras pertinentes sin escudarse en la falta de presupuesto como se acostumbra en este país.