Amigo Toño:
Te escribo estas líneas cuando estás empezando a disfrutar de tus primeras horas de libertad social y familiar después de haber dejado la presidencia del Club Londra de Rois.
Amigo Toño:
Te escribo estas líneas cuando estás empezando a disfrutar de tus primeras horas de libertad social y familiar después de haber dejado la presidencia del Club Londra de Rois.
Vaya de antemano, como declaración de intenciones, que no cambio un plateado atlántico ni por mil salmantinos pero cuando se habla de pescar coincidiremos en que jamás tendrás la oportunidad en España de clavar una docena en una mañana, y mucho menos veinte de los primeros, mientras que sí puedes hacerlo –incluso más- con los segundos. Pero, para poder llevar a la práctica tal ensueño, debes ir al Tormes.
Es, el coto de Ximonde, la joya de la corona en capturas pero también en conflictos; alguno solucionado hoy 16 de mayo de 2014 a media tarde.
En el mundillo de la pesca, los últimos años se han distinguido porque una ingente masa de pescadores asiste al declive de las especies sin que los gestores de la cosa hagan ni lo más mínimo para paliar tal drama. Es decir, caen en picado las truchas, reos y salmones y las cabezas pensantes de la Administración no saben hacer otra cosa que reducir cupos, sacar triples (innecesariamente en el caso del risco), restringir cebos… pero la palabra “veda” sigue vedada. Si no hay, que veden, coño.
Mar de Compostela y Fegatur ya están tramando el nuevo asalto a Ximonde.
Recuerdo, aún con el frío metido en los huesos, la repesca que se hacía en Pontevedra aún no hace tantos años. Los pescadores se daban cita en la puerta de la Delegación de la Consellería y el guardia jurado iba dando número así como llegaban.