06:35 h. martes, 21 de mayo de 2024
Miguel Piñeiro

Opiniones de
Miguel Piñeiro

A Antonio Gestoso

Amigo Toño:

Te escribo estas líneas cuando estás empezando a disfrutar de tus primeras horas de libertad social y familiar después de haber dejado la presidencia del Club Londra de Rois.

Mucho Hucho

Vaya de antemano, como declaración de intenciones, que no cambio un plateado atlántico ni por mil salmantinos pero cuando se habla de pescar coincidiremos en que jamás tendrás la oportunidad en España de clavar una docena en una mañana, y mucho menos veinte de los primeros, mientras que sí puedes hacerlo –incluso más- con los segundos. Pero, para poder llevar a la práctica tal ensueño, debes ir al Tormes.

Demasiados frentes

En el mundillo de la pesca, los últimos años se han distinguido porque una ingente masa de pescadores asiste al declive de las especies sin que los gestores de la cosa hagan ni lo más mínimo para paliar tal drama. Es decir, caen en picado las truchas, reos y salmones y las cabezas pensantes de la Administración no saben hacer otra cosa que reducir cupos, sacar triples (innecesariamente en el caso del risco), restringir cebos… pero la palabra “veda” sigue vedada. Si no hay, que veden, coño.

Viernes de pasión, resaca de la repesca

Recuerdo, aún con el frío metido en los huesos, la repesca que se hacía en Pontevedra aún no hace tantos años. Los pescadores se daban cita en la puerta de la Delegación de la Consellería y el guardia jurado iba dando número así como llegaban.

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